En el último número de la publicación OLINT de AGROMILLORA , podéis encontrar un interesante artículo escrito por el equipo OASIS y donde nos centramos en la agricultura del carbono.

A modo de resumen del artículo podemos señalar que la agricultura del carbono está emergiendo como una poderosa iniciativa dentro del nuevo marco de la Política Agrícola Común (PAC) 2023-2027 y el Pacto Verde Europeo. Desde 2021, la Unión Europea ha incentivado prácticas agrícolas que no solo son respetuosas con el medio ambiente, sino que también contribuyen significativamente a la reducción de los efectos del cambio climático mediante la captura y el secuestro de carbono.

¿Qué es la Agricultura del Carbono?

La agricultura del carbono implica la implementación de prácticas agrícolas que aumenten la captura y almacenamiento de carbono en el suelo y la biomasa a largo plazo. Estos esfuerzos se traducen en múltiples beneficios:

  1. Mejora de la Salud del Suelo: Un suelo más saludable fomenta una mayor productividad de los cultivos.
  2. Absorción de CO2: Los cultivos absorben CO2 atmosférico, secuestrándolo en forma de carbono orgánico en la biomasa aérea (madera) y subterránea (raíces).
  3. Reducción de Emisiones: Prevención y reducción de futuras emisiones de CO2 y otros gases de efecto invernadero (GEI).

Nuevas Oportunidades para los Agricultores

Para los agricultores y empresarios agrícolas, la agricultura del carbono abre un nuevo modelo de negocio: la producción de “créditos de carbono”. Estos créditos representan una tonelada de carbono equivalente (tCO2e) por hectárea y se pueden comercializar en mercados de carbono, tanto regulados como voluntarios. Estos mercados permiten a empresas y países compensar sus emisiones de CO2, promoviendo la descarbonización de la economía global.

Ejemplos Prácticos en la Agricultura del Carbono

Las plantaciones de árboles, especialmente las intensivas y superintensivas como los olivares, tienen un gran potencial para eliminar CO2 de la atmósfera. Por ejemplo, las plantaciones de olivar pueden secuestrar entre 2.05 y 4.10 toneladas de carbono por hectárea y año. Estas prácticas no solo generan ingresos adicionales a través de la venta de créditos de carbono, sino que también mejoran la huella de carbono de productos como el aceite de oliva, diferenciándolos en el mercado y aumentando su valor comercial.

La Importancia de la Digitalización

La digitalización juega un papel crucial en la agricultura del carbono. Herramientas como el sistema OASIS Agro permiten a los agricultores gestionar y calcular con precisión las toneladas de carbono secuestrado en sus explotaciones. Este sistema digital facilita:

Hacia un Futuro Digital y Sostenible

La digitalización está transformando la agricultura y la industria alimentaria, ofreciendo mayor eficiencia y una mejor toma de decisiones. Sin embargo, la agricultura española todavía necesita avanzar en este ámbito, priorizando y aumentando la inversión privada y pública para cumplir con los objetivos de productividad y sostenibilidad futuros.

Conclusión

La agricultura del carbono no solo es una solución para mitigar el cambio climático, sino que también representa una oportunidad para mejorar la rentabilidad y sostenibilidad de las explotaciones agrícolas. A través de la adopción de prácticas agrícolas innovadoras y la implementación de tecnologías digitales, los agricultores pueden contribuir significativamente a la captura de carbono, generando ingresos adicionales y promoviendo un futuro más verde y sostenible.

¡Es el momento de apostar por la agricultura del carbono y aprovechar las oportunidades que ofrece para transformar el sector agrícola!

Aquí tenéis el vínculo para ver el artículo completo: https://media.agromillora.com/olint-41

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